Hola Humanos soy Princesa Vampirica, y vengo con mas información, acá la breve definición del vampiro: “Un vampiro es, en la cultura popular de varios países, una criatura que se alimenta de sangre de seres vivos para mantenerse activo...”
Aunque esta de mas decir que no vengo a hablar de ellos como un vampiro con colmillos, cara pálida y que duermen en ataúdes. Vengo a hablarles de los nuevos vampiros de la sociedad. Caminan entre nosotros, comen, duermen, conversan, tienen sexo, leen, escuchan música. Hasta ahí todo bien, hasta parecerían seres humanos de no ser por una gran diferencia: Quieren cumplir sus objetivos a costa del sacrificio de los demás. Si señor, es el nuevo vampirismo del siglo XXI, personas que se acercan a ti pretendiendo ser tu amigo o admirador para conseguir favores tuyos. Están en todas partes, en la calle, en el trabajo, en la escuela, son tus vecinos, tus compañeros, a veces tus amigos, a veces tu pareja. No es fácil reconocerlos, hay que tener mucho cuidado si quieres enterrarle la estaca en el corazón a un vampiro y no romperle el corazón a un amigo.
Un vampiro moderno se acercará a ti fingiendo un exagerado interés en ti. Te hará ver que tienes muchas virtudes, te alabará, te acompañará a donde sea y te inflará el ego hasta el punto que queden hinchadas tus yugulares. Justo en ese momento, cuando el ser humano se encuentra indefenso, víctima de su ego, atacará tu cuello y succionará toda tu sangre. Una vez que ha quedado satisfecho simplemente desaparecerá al igual que los vampiros de las novelas.
¿Cómo identificar un vampiro? Como mencione debes ser cuidadoso y saber quienes son vampiros y quienes no. Generalmente son personas que se conocen sus intenciones en su forma de hablar: siempre tratarán de abordarte con halagos y nunca te encontrarán un defecto, exageran cada detalle de ti hasta hacer verte a ti mismo como un Dios y te colmarán de pequeños (pequeñísimos) obsequios para asegurarse que tú les realizarás grandes favores. A veces suelen ser chicas que se acercan fingiendo estar interesadas en ti, amigos haciendo ver lo rápido o inteligente que eres en tu trabajo.
¿Cómo defenderse de un vampiro? ¡Con una estaca! Actuar a la más mínima seña de ataque. Cuesta mucho defenderse del ataque de un vampiro, sobre todo si eres una persona con baja autoestima, terminaras rogándole que te muerda para que se quede ahí contigo siempre y eso nunca sucederá. La mejor estaca: decir “NO”. Simplemente sigue tratando al vampiro de forma normal pero con cautela y cuando muestre sus colmillos, simplemente dile de frente y mirando a los ojos “no puedo ni tengo tiempo para esto”. Entonces verás como expone mil argumentos para tratar de convencerte, mantente firme en esta parte del ataque y nos des tu brazo a torcer. Verás que comenzara a ofenderte y a burlarse de ti porque no puedo obtener nada de ti, estará herido en su propio orgullo, con la estaca en el corazón. Luego se irá y buscará algún otro incauto que le resuelva su problema, de la misma manera, con el mismo ataque
Estos vampiros modernos, no temen a los signos religiosos, y pueden pasar largas temporadas sin beber sangre.
Principales Especies
Los vampiros (criaturas no muertas que toman la esencia de la vida al beber la sangre de sus víctimas) son tan diversos como los hombres y mujeres que fueron una vez. Sin embargo, es términos generales se podría hablar de 3 caminos que conducen al vampirismo:
*El “anhelo de muerte”.
*Una maldición (o excomunión).
*El ataque de otro vampiro que succiona la sangre de la víctima.
El “anhelo de muerte” significa que la persona quiere transformarse en un no-muerto. Busca una existencia sin final y está dispuesta a sacrificar su propia vida para alcanzar la que desea.
Los poderes de las oscuridad –salvo contadas excepciones- cumplen su deseo; pero también es posible que la persona se vuelva vampiro mediante un conjuro o por la fuerza de un objeto mágico.
Una maldición (o excomunión) equivale al “anhelo de muerte” de quien es víctima de sus propias acciones y, en consecuencia, cae en el vampirismo. A diferencia de la víctima de su “deseo de muerte”, sin embargo, un vampiro que ha sido maldecido o excomulgado, no hubiera querido transformarse en un no-muerto. (Y sus rasgos de personalidad serán claramente distintos.) Como sea, ambos gozan de vida eterna, juventud y poder.
En los dos casos de vampirismo citados arriba, los vampiros tienden a conservar su individualidad, con un equipo único de destrezas y vulnerabilidades. Los vampiros que son hijos del “deseo”, algunas veces desarrollan mayor poderío, ya que su maldad inherente alimenta sus habilidades. Los vampiros por maldición o excomunión pueden debilitarse si rechazan los actos que provocaron su transformación y no abrazan completamente su naturaleza de muertos-vivos.
Un tercer camino que conduce al vampirismo –el que con mayor frecuencia afecta a los seres humanos- es el ataque de otro vampiro. Cualquier vampiro puede crear a otros de su especie con el método de drenar la fuerza vital de sus víctimas hasta causarles la muerte. Tales víctimas se vuelven criaturas vampíricas, a imagen y semejanza de su creador, pero por lo común son más débiles que él, así que son sirvientes incondicionales de su creador no-muerto, a quien llaman “maestro” o “señor”. Estos sirvientes comparten con el “maestro” el don de crear vampiros por su cuenta, pero las nuevas víctimas también obedecerán los mandatos del “señor”. Ningún esclavo puede adquirir esclavos para sí mismo.
Es tradicional que un “maestro” destruya a sus sirvientes después de que ellos le han servido durante unos cuantos años. El “amo” debe destruirlos... de lo contrario se volverán demasiado listos y amenazarían la existencia de su creador.
Los vampiros de esta tercera clase son, obviamente, lo más numerosos (tanto, que se les puede hallar en cualquier punto del planeta) y no es raro que alberguen un amargo desprecio hacia su creador y elaboren fantasías descabelladas respecto a cómo destruirlo. Cuando no están cumpliendo alguna orden específica de su “maestro”, los sirvientes planean acabar con él. Unos pocos lo consiguen. Y si el amo es destruido, los esclavos logran la libertad: no tiene que servir a nadie más. En tal caso, cualquier vampiro que ellos produzcan se vuelve su esclavo, y ellos –por fin- se hacen llamar “señor” o “maestro”. (La historia se repite, sin lugar a dudas.)
Debido al peligro personal que implica ser “maestros”, muy pocos vampiros eligen esa opción. Como medida precautoria, beben de sus víctimas solo la sangre que necesitan para alimentarse y mantenerse vigorosos, pero evitan llevarlas al agotamiento y a la muerte. O, si los vampiros matan por descuido a una de sus víctimas, mutilan el cadáver para evitar que se transforme en su esclavo. Eligen cortarle la cabeza, extraerle el corazón, o quemar el cuerpo hasta reducirlo a cenizas.
Un vampiro-esclavo no es un compañero del “maestro” ni una posible pareja. El amor, la lujuria o la obsesión pueden conducir a un ”maestro” a mantener lazos especiales con una víctima en particular, y estos lazos sobrepasan los de la esclavitud común. Para establecer esta unión, el “maestro” bebe sangre de su víctima -una vez, dos, o varias. Cuando la víctima está al borde de la muerte por pérdida de sangre, el “maestro” reemplaza con la suya la que le hace falta a la víctima. Sólo unos cuantos vampiros tienen la capacidad de realizar una acción de tal clase. En caso así, la víctima también es esclava del “maestro” pero, de alguna manera, el “amo” se convierte en su esclavo (sobretodo si la víctima le interesa por motivos amorosos o sexuales).
En relaciones de este tipo, la víctima a menudo puede captar los pensamientos de su “maestro”, lo cual resulta útil porque puede proteger al vampiro mayor si se encuentra en apuros... pero igualmente puede dañarlo si se lo propone. Por una cuestión de gramática he hablado del vampiro “maestro” utilizando el género masculino. Sin embargo, conviene aclarar que el género no es un factor limitante en el vampirismo. Los “vampiros maestros” son hombres o mujeres, sin distinción, lo mismo que sus compañeros o parejas ocasionales.
Debo decir –aunque duela hacerlo- que el vampirismo continúa siendo un misterio en más de un sentido. Una cosa es segura: no importa cómo o porqué un vampiro llega a serlo. A partir de su transformación, debe conservar su naturaleza vampírica. No existe cura para ese mal. No hay vuelta atrás. El único medio para acabar con el horror del vampiro es llevar a cabo su destrucción absoluta, y con frecuencia esa es una empresa que raya en lo imposible.
Más características de los vampiros
Estos vampiros modernos, no temen a los signos religiosos, y pueden pasar largas temporadas sin beber sangre.
Principales Especies
Los vampiros (criaturas no muertas que toman la esencia de la vida al beber la sangre de sus víctimas) son tan diversos como los hombres y mujeres que fueron una vez. Sin embargo, es términos generales se podría hablar de 3 caminos que conducen al vampirismo:
*El “anhelo de muerte”.
*Una maldición (o excomunión).
*El ataque de otro vampiro que succiona la sangre de la víctima.
El “anhelo de muerte” significa que la persona quiere transformarse en un no-muerto. Busca una existencia sin final y está dispuesta a sacrificar su propia vida para alcanzar la que desea.
Los poderes de las oscuridad –salvo contadas excepciones- cumplen su deseo; pero también es posible que la persona se vuelva vampiro mediante un conjuro o por la fuerza de un objeto mágico.
Una maldición (o excomunión) equivale al “anhelo de muerte” de quien es víctima de sus propias acciones y, en consecuencia, cae en el vampirismo. A diferencia de la víctima de su “deseo de muerte”, sin embargo, un vampiro que ha sido maldecido o excomulgado, no hubiera querido transformarse en un no-muerto. (Y sus rasgos de personalidad serán claramente distintos.) Como sea, ambos gozan de vida eterna, juventud y poder.
En los dos casos de vampirismo citados arriba, los vampiros tienden a conservar su individualidad, con un equipo único de destrezas y vulnerabilidades. Los vampiros que son hijos del “deseo”, algunas veces desarrollan mayor poderío, ya que su maldad inherente alimenta sus habilidades. Los vampiros por maldición o excomunión pueden debilitarse si rechazan los actos que provocaron su transformación y no abrazan completamente su naturaleza de muertos-vivos.
Un tercer camino que conduce al vampirismo –el que con mayor frecuencia afecta a los seres humanos- es el ataque de otro vampiro. Cualquier vampiro puede crear a otros de su especie con el método de drenar la fuerza vital de sus víctimas hasta causarles la muerte. Tales víctimas se vuelven criaturas vampíricas, a imagen y semejanza de su creador, pero por lo común son más débiles que él, así que son sirvientes incondicionales de su creador no-muerto, a quien llaman “maestro” o “señor”. Estos sirvientes comparten con el “maestro” el don de crear vampiros por su cuenta, pero las nuevas víctimas también obedecerán los mandatos del “señor”. Ningún esclavo puede adquirir esclavos para sí mismo.
Es tradicional que un “maestro” destruya a sus sirvientes después de que ellos le han servido durante unos cuantos años. El “amo” debe destruirlos... de lo contrario se volverán demasiado listos y amenazarían la existencia de su creador.
Los vampiros de esta tercera clase son, obviamente, lo más numerosos (tanto, que se les puede hallar en cualquier punto del planeta) y no es raro que alberguen un amargo desprecio hacia su creador y elaboren fantasías descabelladas respecto a cómo destruirlo. Cuando no están cumpliendo alguna orden específica de su “maestro”, los sirvientes planean acabar con él. Unos pocos lo consiguen. Y si el amo es destruido, los esclavos logran la libertad: no tiene que servir a nadie más. En tal caso, cualquier vampiro que ellos produzcan se vuelve su esclavo, y ellos –por fin- se hacen llamar “señor” o “maestro”. (La historia se repite, sin lugar a dudas.)
Debido al peligro personal que implica ser “maestros”, muy pocos vampiros eligen esa opción. Como medida precautoria, beben de sus víctimas solo la sangre que necesitan para alimentarse y mantenerse vigorosos, pero evitan llevarlas al agotamiento y a la muerte. O, si los vampiros matan por descuido a una de sus víctimas, mutilan el cadáver para evitar que se transforme en su esclavo. Eligen cortarle la cabeza, extraerle el corazón, o quemar el cuerpo hasta reducirlo a cenizas.
Un vampiro-esclavo no es un compañero del “maestro” ni una posible pareja. El amor, la lujuria o la obsesión pueden conducir a un ”maestro” a mantener lazos especiales con una víctima en particular, y estos lazos sobrepasan los de la esclavitud común. Para establecer esta unión, el “maestro” bebe sangre de su víctima -una vez, dos, o varias. Cuando la víctima está al borde de la muerte por pérdida de sangre, el “maestro” reemplaza con la suya la que le hace falta a la víctima. Sólo unos cuantos vampiros tienen la capacidad de realizar una acción de tal clase. En caso así, la víctima también es esclava del “maestro” pero, de alguna manera, el “amo” se convierte en su esclavo (sobretodo si la víctima le interesa por motivos amorosos o sexuales).
En relaciones de este tipo, la víctima a menudo puede captar los pensamientos de su “maestro”, lo cual resulta útil porque puede proteger al vampiro mayor si se encuentra en apuros... pero igualmente puede dañarlo si se lo propone. Por una cuestión de gramática he hablado del vampiro “maestro” utilizando el género masculino. Sin embargo, conviene aclarar que el género no es un factor limitante en el vampirismo. Los “vampiros maestros” son hombres o mujeres, sin distinción, lo mismo que sus compañeros o parejas ocasionales.
Debo decir –aunque duela hacerlo- que el vampirismo continúa siendo un misterio en más de un sentido. Una cosa es segura: no importa cómo o porqué un vampiro llega a serlo. A partir de su transformación, debe conservar su naturaleza vampírica. No existe cura para ese mal. No hay vuelta atrás. El único medio para acabar con el horror del vampiro es llevar a cabo su destrucción absoluta, y con frecuencia esa es una empresa que raya en lo imposible.
Más características de los vampiros
- Son inmortales, aunque no del todo. Los primeros años de vida vampírica son los más complicados. Los jóvenes vampiros deben aprender a sobrevivir, ser prudentes y aliarse con otros vampiros más viejos y poderosos, si no quieren que les destruyan.
- Viven de noche, duermen de día. Como no podía ser de otra manera. La luz del sol les destruye, y el fuego, también. Durante el día tienen que guarecerse de la luz solar enterrándose bajo tierra, como hacen los vampiros más silvestres, o meterse en un ataúd, como hacen los más sofisticados. El ataúd se ve cómodo y les protege bien de la luz, al tiempo que auyenta a curiosos mortales
.- Los ajos y los crucifijos no tienen ningún efecto sobre ellos. Yo creo que lo del crucifijo no les hace nada porque para ellos Dios no existe. Y por lo tanto no tiene ningún efecto sobre los vampiros.
- Se alimentan de sangre humana. Es la que más les gusta, aunque también pueden alimentarse de sangre animal. Las piezas más codiciadas son jóvenes de piel rosada, o adultos bien alimentados. Cuando toman una presa de estas características, los vampiros experimentan un éxtasis sublime, no sólo por el sabor la sangre, sino por llevarse con ella la vida de sus víctimas.
- Los vampiros más viejos pasan por distintas fases de esplendor y decadencia: Pueden estar viviendo a todo tren 200 años, y después, por las circunstancias que les toquen, tener que enterrase y pasar otros 150 años en estado vegetativo, hasta que alguien les rescata o logran la energía suficiente para emerger de nuevo.
- Tienen poder para leer el pensamiento De los mortales y de los vampiros, y pueden recibir mensajes de otros vampiros desde el otro lado del mundo, así como escuchar conversaciones que se producen a miles de kilómetros de distancia.
- Tienen una fuerza sobrehumana, Capacidad para correr rapidísimo, para saltar, y los más poderosos, incluso para volar a la misma velocidad de los aviones. Los más superpoderosos pueden destruir a otros vampiros, haciéndolos estallar en llamas, sólo con pensarlo.
- Los vampiros se hacen entre ellos, Y se llaman hijos. Esta prohibido hacer vampiros niños. Cuando adquieren el “don oscuro”, los vampiros se quedan con el aspecto físico que tenían en el momento de recibirlo. Un problema entre vampiros padre/madre-hijo/a es que no pueden leerse el pensamiento, sus mentes quedan cerradas.
- Los vampiros no follan, y son bisexuales. Abandonan el placer de la carne por el placer de la sangre. El éxtasis que experimentan al tomar una presa es mayor que el que sentían antes con el sexo. Sin embargo, también tienen formas de amarse entre ellos, con la sangre claro, y no hacen distinciones entre sexos.Terminología vampírica riciana
- Jardín salvaje: es el mundo de los vampiros, su hábitat natural. Es como nuestro mundo, pero de noche y con otros seres que nosotros no podemos ver, como demonios, espíritus... O sea, un mundo como gótico y ultra-sensual, lleno de bellos vampiros y lindas presas a las que morder.
- Don oscuro: Cuando un vampiro hace otro vampiro, le entrega el don oscuro, que consiste en convertirse en bebedor de sangre, ser malvado, ser inmortal y disfrutar de todos los poderes de los vampiros, aunque también de sus penas y angustias.
- Senda del diablo: Es la vida de cada vampiro, su destino, el camino que le toca recorrer, la mayoría de las veces, en solitario.
En fin, no ahi mucho mas, solo eso por hoy...
"El amor de un vampiro no es cualquier cosa, con el amor de un humano se puede jugar,con el amor de un vampiro no"
Frase qua acabo de inventar!
Adieu humanos!
1 comentario:
Hola soy lineth me encantaría convertirme en un vampiro real me ayudas.
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